CD – Kajuyali Tsamani – Giras – Doble CD
Kajuyali Tsamani, Jawa Saka y amigos. Doble CD que contiene 22 canciones. Las ganancias se destinan al proyecto “Nabi Nunhue”, una iniciativa colombiana para la preservación del conocimiento indígena sobre las plantas curativas y el arte chamánico de curar.
Kajuyali Tsamani es un chamán-jaguar que trabaja con Ayahuasca (Banisteriopsis caapi) y Yopo (Anadenanthera sp.). Es iniciado por chamanes de diferentes tribus de la selva amazónica (Inga, Kofan, Siona, Muinane y Uitoto), Los Llanos del Orinoco (Siguani) y los Andes (Kogi). Como director de la “Fundación Colombiana de Investigaciones Chamanistas” trabaja en el proyecto “Nabi Nunhue” (Casa del Jaguar), el cual está dedicado a la conservación de la selva tropical, el conocimiento de las plantas curativas y de la medicina chamánica.
Historia de Kajuyali Tsamani
Cuando era niño, Kajuyali Tsamani escuchaba a su abuelo contar historias de la vida en la jungla. “Habló de jaguares, anacondas, caimanes, espíritus y chamanes. Fascinada, escuché sus historias y me prometió que cuando tuviera la edad suficiente, iría a estos lugares y aprendería sobre los indios también”.
En 1978, mientras estudiaba antropología en la Universidad Nacional de Colombia, finalmente se le presentó la oportunidad de ayudar en un proyecto de redesarrollo de tierras que finalmente lo llevó a la selva del Amazonas. Fue allí donde recibiría su primera enseñanza chamánica, a través de la hoja de coca (Erythroxylon coca) Ambil (miel de tabaco). Esto comenzaría su camino chamánico que finalmente lo llevaría a lo que él llama sus "Siete Abuelos" (maestros chamanes mayores).
De 1980 a 1981 vivió con los indios Kogi en las montañas de la Sierra Nevada de Santa Marta en el norte de Colombia. Una tribu precolombina, los Kogi son una de las últimas sociedades intactas que quedan en este planeta. Son una sociedad espiritualmente pacífica y metafísicamente apta, refiriéndose a sí mismos como el "Hermano mayor del mundo". Fue aquí donde Kajuyali recibió su primera iniciación.
Durante los siguientes diez años regresaría a las selvas del Amazonas para continuar su estudio de la Coca y el Tabaco. Pero llegó el día en que su maestro lo mandó a buscar Ayahuasca en el Valle de Sibundoy. Durante los siguientes ocho años, a lo largo de la década de 1990, recibió las enseñanzas chamánicas de la Ayahuasca con su maestro Taita Martín Agreda, quien lo consagró como “Chamán Yagegésero”.
Desde 2001 ha comenzado un nuevo aprendizaje de los nativos americanos Lakota. Ha recibido las tradiciones de Cannunpa Wakan (La pipa sagrada), Inipi (La cabaña de sudor) y Hanblecheypai (La búsqueda de la visión) de Ta Cante Wakan, descendiente del linaje Crazy Horse.
Con un doctorado en antropología, Kajuyali es actualmente Director de la Fundación de Investigaciones Chamánicas (Departamento de Nariño, Colombia). Ha escrito el libro titulado “Ayahuasca, Vine of Seeing, String of the Universe”. Actualmente alberga sus propias experiencias chamánicas en Colombia desde su Maloca (Casa-Cosmos) y hogar Nabi Nunhue, que significa Casa del Jaguar.
Ayahuasca, formas de curación y conocimiento. Kajuyali Tsamani
Vivimos tiempos en los que es urgente encontrar y construir una forma de vivir una vida sana física y espiritualmente. La planta sagrada **2:Ayahuasca** (Banisteriopsis caapi) nos ofrece caminos de curación y conocimientos que nos permiten activar un modo digno de existencia, vivir en armonía con el Cosmos y encontrarnos como hijos de nuestra Madre Tierra. Cuando vivimos nuestro proceso de gestación y formación en nuestra madre, recibimos nuestro alimento fundamental por medio del cordón umbilical.
La **2:Ayahuasca** es el cordón umbilical del Cosmos, la Pachamama. Este cordón umbilical surge de las entrañas de nuestra Madre Tierra, para nutrirnos de salud y conocimientos adaptados a la energía vital del Cosmos. En nuestros cuerpos, en nuestra sociedad y en nuestra cultura existe una herencia de enfermedades. Durante muchos años hemos olvidado que somos hijos de la Madre Tierra y nos dedicamos a destruir gran parte de sus manifestaciones vitales. Bajo esta nefasta actividad nos transformamos y cambiamos a peor nuestros mejores y adecuados hábitos de vida. Al enfermar y destruir gran parte de la vida en la Tierra, nosotros mismos nos enfermamos y estamos destruyendo nuestra salud física y espiritual.
Por eso no existe un solo ser humano que no padezca uno u otro problema de salud física o espiritual. Todos estamos enfermos y todos somos responsables de ello. Es urgente encontrar un camino de sanación y conocimiento para que nuestro estilo de vida esté lleno de buena salud en cuerpo, mente y espíritu, de energía vital y entorno natural, a nivel social y cultural. La planta sagrada Ayahuasca nos ofrece esa forma de sanación.
La ayahuasca (Banisteriopsis caapi) crece naturalmente en las regiones de los bosques húmedos tropicales. Su nombre proviene del idioma quichua y está formado por dos palabras: “Aya” y “Huasca”. “Aya” significa energía, antepasado y espíritu. “Huasca” significa: liana, cordón, bejuco. La ayahuasca es la liana que contiene la energía del espíritu ancestral. Es un alimento fundamental que nos ha dado nuestra Abuela Cosmos y nuestra Madre Tierra, que se convierte en una medicina privilegiada para encontrar nuestra propia curación y los conocimientos adecuados para gestionar una nueva era. El uso sagrado y medicinal de la Ayahuasca tiene miles de años. Hay muchos testimonios de tratamientos de varios tipos de cáncer, SIDA, hepatitis digestiva y gastritis. Depura la sangre, los órganos vitales y aumenta la energía vital. Cura los trastornos mentales y espirituales. Es un excelente medicamento para curar el alcoholismo, la adicción al tabaco ya las drogas. Si bien produce un enfrentamiento directo con modos de vida inadecuados, es un muy buen medicamento para ser utilizado en terapias curativas relacionadas con la vida individual, cultural, social y familiar.
La Ayahuasca provoca estados de inmejorable concentración y relajación mental, espiritual y física, lo que permite el desarrollo de aptitudes y actitudes relacionadas con el intelecto, el cuerpo y las dotes artísticas. Al mismo tiempo aumenta la actividad cerebral del hemisferio derecho facilitando mayores niveles de percepción y sensibilidad artística y estética; es armonizar los lados izquierdo y derecho del cerebro, lo que repercute en una armonización de nuestra vida física, mental y espiritual.
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